En las cooperativas distribuidoras de energía eléctrica, la preocupación es creciente de cara a los días complicados que se avecinan. Los consumos de febrero, que por estos días están siendo facturados y enviados a los usuarios, llegarán con cifras finales con una suba estrepitosa, producto del feroz incremento de tarifas, la quita de subsidios y el agravante de que se trata de uno de los períodos de mayor consumo.
El miércoles por la mañana, dirigentes de la mayoría de las entidades, poblaron la sede de la Fepamco (Federación Pampeana de Cooperativas), luego de que el martes a mediodía el consejo de administración se reuniera con el secretario de Energía, Matías Toso, para analizar el conflictivo frente que se avecina.
Las cooperativas no sólo no son responsables de las subas y las quitas, sino que sus propios números se verán afectados. No sólo por esos dos factores, sino porque ya en los últimos meses vienen sufriendo la situación y saben que, con seguridad, serán la cara visible y el blanco de la protesta popular.
La federación que conduce Jorge Páez convocó al plenario para informar los alcances de la reunión, los pasos a dar y, entre todos, idear de qué manera afrontarán los embates de los castigados usuarios. En verdad, ya están trabajando en el tema, con diversas estrategias de comunicación que van desde el uso de redes sociales a reuniones con diversos sectores para avisar y encontrar herramientas que ayuden a los que menos pueden, pasando por el cara a cara cotidiano con los socios que pasan por la atención al público.
Cada vez peor.
El panorama es complicado y tiende a empeorar. Las distribuidoras tienen fijados el precio que pagan por la energía y el tope tarifario que pueden trasladar a los consumidores. En medio está el Valor Agregado por Distribución, la parte que les toca para cubrir salarios y gastos operativos y que debe alcanzar para hacer las inversiones que garanticen la prestación. Hoy, utópico. No parece haber remedio en el futuro inmediato para esta situación. La idea es acomodarse lo mejor posible para recibir el impacto, que ya se siente.
Cooperativas que a lo largo de décadas han sido impecables cumplidoras con todas sus obligaciones en tiempo y forma y que jamás se atrasaron en sus pagos a la Administración Provincial de Energía (APE), debieron ya en los últimos tres meses optar por cumplir en uno u otro sentido. «No llegamos», le dijo a LA ARENA escuetamente un dirigente del norte, al frente de una de esa, hasta ahora, impolutas entidades.
Frente a esta disyuntiva, las prioridades son los salarios, el pago de insumos y a proveedores y «colgar» a APE, con pagos parciales y con retrasos hasta cubrir el monto total de la factura.
Abogan por corregir esta situación y que La Pampa siga siendo de las escasas que a nivel nacional le pagan a Cammesa y no tiene deudas. Pero, como expresó el norteño, no llegan.
El rico intercambio en la sede de la calle Oliver recorrió varios puntos. Expresaron que «la gente y los comerciantes e industriales entienden, pero ya preguntan cómo podrán hacer para pagar sus facturas». Algunos recordaron: «Nosotros no tenemos en nuestros ingresos un porcentaje de ganancias, pero sí lo tienen y se lo aseguran las empresas privadas» y otros fueron más allá para recordar que «tanto el sector comercial y las industrias se quejan por las tarifas, pero ellos tienen la chance de trasladarlo a sus precios, cosa que hacen. Por eso nuestra preocupación deben ser los usuarios residenciales, nuestros socios comunes, que son siempre los más perjudicados, como lo somos nosotros».
Oscuro panorama.
En el análisis no pasó desapercibido el hecho de que, en este negro panorama, desaparecen las chances ya no sólo de invertir en ampliaciones del servicio, sino también la básica necesidad de hacer el mantenimiento adecuado para que no se degrade la calidad del servicio.
Uno de los presentes relató que, en su derrotero de hablar con los sectores para advertir lo que viene, su único gran usuario no se quejó por la tarifa que deberá pagar. «Pero pidió que le garanticemos el servicio. Y no sabemos si podremos hacerlo al quedarnos sin posibilidad de invertir», lamentó.
Así las cosas, en los próximos días se verá una ofensiva comunicacional para poner a los usuarios, al cabo dueños de las cooperativas, lo más al tanto posible de lo que se viene y buscarán en ese camino alternativas que, al menos, atenúen el hecho de ser principal blanco de la ira por las medidas de un presidente que busca superávit fiscal a cualquier precio.
Estudio de costos.
El tema había pasado al olvido, pero ahora revivió. Tiempo atrás, en otro contrapunto entre cooperativas y Gobierno provincial por el tema tarifario se pidió a la Universidad Nacional de La Pampa un estudio de costos que permitiera establecer tarifas justas.
En la reunión del martes con el secretario de Energía surgió la novedad de que la consultora universitaria tiene algo concreto. Pero que tiene pasos previos, que demandarán más tiempo, antes de obtener conclusiones definitivas. Así lo informó en el plenario el presidente Jorge Páez, que anunció más reuniones con la SE que incluyen el Fondo Compensador de Tarifas y su liquidación a las cooperativas y más sobre el tarifazo brutal que se avecina y que se llevará el dinero de los pampeanos y acarreará problemas a cooperativas y el propio Estado provincial.
Del plenario de ayer participaron representantes de 23 de las 29 cooperativas distribuidoras nucleadas en Fepamco. Estuvieron dirigentes de Doblas, Miguel Riglos, Alpachiri, Rolón, Guatraché, General San Martín, Bernasconi, General Acha, La Adela, Santa Rosa, Winifreda, Colonia Barón, Villa Mirasol, Eduardo Castex, General Pico, Trenel, Arata, Caleufú, Ingeniero Luiggi, Realicó, Intendente Alvear, Bernardo Larroudé y General Pico.
Fuente: La Arena